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ARTE Y MEDICINA




                          Retrato de la madre del artista


                             o arreglo en gris y negro n°1


                                                          James Whistler




                                                                       Dra. Cristina Moscato




                                                     Ana Matilde McNeill era una dama
                                                   sureña, culta y  profundamente  purita-
                                                   na. Evitaba las fiestas y cumplía estricta-
                                                   mente con las obligaciones dominicales.
                                                   En 1834, dio a luz al primero de sus dos
                                                   hijos, James, a quién llamó cariñosamen-
                                                   te ¨mi pequeña mariposa¨. El primogé-
                                                   nito resultó un niño singular. Era difícil,
                                                   inquieto, caprichoso y, a los 14 años, ya
                                                   estaba determinado a ser pintor. El día
                                                   que Ana enviudó,  envió a su hijo  a la
                                                   Academia Militar de West Point. Estaba
                                                   convencida de que allí lograrían disci-
                                                   plinarlo y, quizá, quitarle de la cabeza la
                                                   loca idea de ser artista con la que amar-
                                                   gó a su padre poco antes de morir.
                                                       Pero ni la feroz academia  podría
                                                   con él. James rompería todas las reglas.
                                                   En el registro de indisciplinas figuraron
                                                   amonestaciones  por llegar tarde a ce-
                                                   nar, reírse en la formación, romper filas
                                                   y tener el pelo demasiado largo. Como
                                                   era  de  esperar,  acabó  siendo  expulsa-
                                                   do.   Ana, muy disgustada, lo envió a
                                                   trabajar como cartógrafo en la división
                                                   de reconocimiento costero de los Esta-
                                                   dos Unidos. Al menos allí dibujaba. Sin



          Vol. 53 -  Nº 257 / 1 - Año 2022                                                                                                                                           7
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